Tus monos no son hermosas,
porque están muy castigadas:
pero son manos honradsa,
cálidas y generosas.
Tus manos, querida madre;
no son dos huchas vacias,
por que se pasan los dias,
trabajando como locas.
Tus manos no son famosas,
ni tampoco millonarias;
tus manos son solidarias;
algo que les falta a otras.
Tus manos no son graciosas;
para lucir joyas caras:
pero son dos manos bravas;
dos manos maravillosas.
autor Faustino Espinosa
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